En la actualidad, se estima que tres cuartas partes de los consumidores son influenciados de manera notable por las redes sociales a la hora de tomar sus decisiones de compra. Casi 90% de las compañías estadounidenses usa Twitter, Facebook y otras redes sociales, pero solamente 12% utiliza el Social Media de manera efectiva.
Y ante este panorama hay quien todavía piensa que no es necesario formar a los trabajadores en el manejo del mundo social.
Son muchos los empleados que creen no necesitar este tipo de entrenamiento puesto que hoy en día cualquier persona es usuario activo de Facebook, Twitter, Instagram, etc.; sin embargo, esto es un error pues aunque la percepción sea otra las redes sociales son algo más que una manera de exponer la vida personal.
Se trata más bien, desde el punto de vista profesional, de una de las herramientas de marketing más efectivas, eso sí, solo si se utiliza bajo el paraguas de una estrategia planeada, justificada y bien ejecutada. Y este es el punto en donde fallan la mayoría de las compañías.
Lo cierto es que en los últimos tiempos, la proliferación de un mayor número de plataformas y la cada vez mayor democratización del uso de estas herramientas ha hecho que cualquier departamento de una empresa utilice este canal sin ton ni son.
Este problema se soluciona ofreciendo a los trabajadores la formación adecuada y el entrenamiento específico en el uso efectivo de las herramientas sociales como método de trabajo. Solo si las compañías invierten en formación serán capaces de crear el ambiente propicio para aprovechar las ventajas del mundo social.
Aunque muchas compañías, principalmente de E.U., invierten cada vez más en el aprendizaje de sus empleados y sobre todo en reciclaje; se trata de una cuestión a largo plazo que es necesario solventar cuanto antes. De lo contrario, se corre el riesgo de no avanzar al mismo ritmo al que lo hace la tecnología en la feroz carrera que es el mundo digital.